LA LENGUA NO ES UNA NOMENCLATURA
El autor André Martinet dice que aunque hayan una lista de palabras desarticuladas, como por ejemplo: árbol, casa, ropa, paz, dedo. No se está diciendo nada. Para que pueda haber un entendimiento se necesita de conectores para crear una oración y todo esto depende de la institución a la que pertenezcamos. Para él hay algunas "cosas" que nosotros como seres humanos conocemos y las relacionamos con objetos materiales, pero a la vez no todo tiene un significado concreto, no todo se le puede adquirir relación con algo, simplemente hay cosas que ya están establecidas en una institución y no tienen explicación y es algo social que ya está establecido en la institución y simplemente al unirnos a esa institución lo aprendemos para poder tener un carácter vocal. En el caso de que se quiera aprender una nueva lengua, se debería retener una nueva nomenclatura paralela a la de la anterior
"Según una concepción muy ingenua, pero bastante extendida una lengua sería un repertorio de palabras, es decir, de producciones vocales (o gráficas), cada una de las cuales correspondería a una cosa. A un determinado animal, el caballo, por ejemplo, el repertorio particular conocido por el nombre de la lengua española haría corresponder a una producción vocal determinada que la ortografía representa por la forma caballo; las diferencias entre las lenguas se reducirían a diferencias de designación; para caballo el francés diría chaval, el inglés horse y el alemán Pferd. Aprender una nueva lengua consistiría simplemente en retener en la memoria una nueva nomenclatura en todo paralela al interior". (página 16).
Para Martinet las "cosas" también se pueden entender, notar a través de nuestros sentidos, como los sonidos, olores, pensamientos e incluso los mismos sentimientos; conocemos de ellos, sabemos que viven en nosotros, que aunque sean intangibles también están siempre presentes. Lo que nos quiere dar a entender este autor es que usualmente los seres humanos creemos las "cosas" tal cual como las conocemos, que se relacionan con objetos que tienen nombre. Pero, esto va más allá porque el ser humano no es solamente algo físico, sino también se puede reflejar en lo metafísico.
Por ejemplo en el siguiente poema la tristeza se puede notar en su mayor expresión. Esto es algo que no se toca, se oye, no se come o se pueda oler, pero no por eso quiera decir que no existe. Al contrario, él dice que el mundo lingüístico se conforma más allá de lo tangible.
Muy buena explicación y ejemplo Valeria! Excelente! Lo que faltó es explicarle a un estudiante diseño, publicidad o comunicacación para qué le sirve saber esto... :)
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